Hemos estado unos días en la Pinia y parece una casa de cuento, dentro del bosque y con todas las comodidades, desde bañera de hidromasaje a sauna, por no hablar del maravilloso horno de leña. Gracias a Chus por el buen recibimiento.
Hemos pasado en la Pinia un fin de semana estupendo. Es una casa de piedra amueblada de manera rústica, pero con todo lujo de detalles. El emplazamiento es genial: naturaleza, paz, y a la vez cerca de Santander, Santillana, etc. Es un lugar que le recomendaría a cuaquiera (bueno a cuaquiera que no sea miedoso, porque esta un poco solitaria).
También nos encantó el detalle de Jesús al llevarnos unos sobaos estupendos para desayunar.
Hemos pasado este finde en La Pinia y hemos vuelto encantados. El emplazamiento es ideal, tranquilidad para descansar y con detalles para recordar, desde poder ver las estrellas con claridad hasta levantarte de mañana y ver todo el paisaje nevado. La casa preciosa por dentro y por fuera, muy acogedora y con tantos detalles de antaño que parece un museo. Chus es encantador y muy atento. Repetiremos seguro, mientras será un precioso recuerdo.